Este es un cartel de obra: Todo Sobre la Corte va a tener poco movimiento frontal, tan sólo unos pocos pases laterales. Creamos, no obstante, un vínculo con Bastión Digital, en donde colgamos una columna que titulamos OTROSIDIGO. Ahí voy a escribir un poco de lo mismo pero sobre los temas cortesanos que a mi más me interesan. Se publicarán además conjunta y coordinadamente con todo lo que Bastión tiene en oferta para las neuronas de las damas y los caballeros.
Unidos y Organizados: ganancias de cuarta categoría es el post de esta semana.
Hay tareas que se nos presentan titánicas. Escalar el Everest, cruzar el océano en una balsa, leer el Ulises de Joyce en inglés y, por qué no, estudiar las normas impositivas que encuadran nuestra actividad. Adentrarse a las profundidades del anti-codex fiscal a mi se presenta tan apetitoso como ingerir un alfajor de maicena en el desierto, sin líquido alguno de apoyo, y librado a la suerte y destreza que tenga la lengua en su batalla por liberar el paladar. Dichosos los que lo logran y se posicionan en ese nicho de servicios. Probablemente hace ya una semana que están escribiendo los memos para alertar a los clientes, amigos y colegas, que la Corte Suprema en autos «Paracha Jorge contra DGI sobre recurso» no siguió el criterio propuesto por el AFIP-Gils Carbó-Highton y decretó que las ganancias que se obtengan por ser socios de estudios legales, contables o de otro tipo de profesión siguen siendo ganancias de la cuarta categoría (trabajo profesional) y no de la tercera categoría (actividades en empresas). –